Primera barrera externa
Cualquier felpudo colocado en el exterior del edificio constituye la primera línea de defensa contra la suciedad de las suelas de los zapatos, y debe raspar la suciedad adherida antes de que crucen el umbral.
Primera barrear interna
Una vez en el interior, la siguiente línea de defensa se utiliza para eliminar los restos de humedad y las partículas de suciedad más finas.
Segunda barrera interna
También hay otras zonas del edificio que soportan la suciedad y la humedad restantes: las zonas de recepción, los pasillos, zonas de paso a otras partes del edificio, ascensores, salidas, etc. Es necesario diseñar estas zonas para que soporten un tráfico intenso y unos exigentes regímenes de limpieza, pues estarán expuestas a la suciedad residual e, inevitablemente, requerirán un alto nivel de limpieza y mantenimiento.